Historia del Cierre

En el año de 1851, el estadounidense Elias Howe (creador la máquina de coser) esbozó el primer diseño del cierre y lo patentó bajo el nombre de "Cierre para ropa automático y continuo." En 1893, Whitcomb Judson (quien además inventó el tranvía neumático), introdujo,  desarrolló y llevó al mercado un cierre que bautizó como "clasp locker”, el primer cierre  moderno que se conoce.  Para ello, creó la Universal Fastener Company y debutó en la Feria Mundial de Chicago, logrando un éxito inmediato a pesar de tratarse de un dispositivo no muy fácil de utilizar debido a que se contaban con pocos dentados en su diseño y que los materiales empleados en su fabricación (latón principalmente) dificultaban su cierre.


El cierre moderno


En 1913, el ingeniero eléctrico sueco Gideon Sundbäck desarrolló un "sujetador sin ganchos”; el cierre que actualmente conocemos y el primero que  establece las bases del cierre que actualmente se usa alrededor  del mundo.  Sundbäck mejoró el sistema de broches aumentando la cantidad de "dientes” por pulgada de cuatro a diez u once, e incorporó el sistema de dos hileras enfrentadas que se convierten en una pieza al desplazar el cursor (deslizador ).

En 1917 se emitió la patente para el "cierre separable” y Sundbäck inmediatamente desarrolló la máquina para fabricación masiva de su producto 

Posteriormente, la compañía B. F. Goodrich tomó el elemento para sus botas de goma y mencionó por primera vez el sistema como "zipper”, popularizando para siempre el nombre en el mundo de habla inglesa. 


La irrupción en la moda y el diario vivir


En los años 30's comenzó una campaña de ropa infantil usando cierres.  Esta destacaba la opción de que los niños pudieran vestirse sin la necesidad de la ayuda de un adulto. Gracias a esto, la popularidad del cierre creció inmensamente.  Pero su coronación definitiva se produjo en 1937, cuando se le declaró como ganador de la "batalla de las braguetas” frente al botón,  y se impuso de ahí en adelante en la confección de pantalones.


La última innovación en torno a los cierres se produjo con la creación de los modelos que se pueden abrir en ambos extremos, como podemos ver en chaquetas y chamarras.

Hoy en día , al cierre se le puede ver en todos los objetos imaginables, desde equipos de camping, maletas, ropa y zapatos, artículos de piel,  hasta materiales quirúrgicos. Incluso se usan en audífonos, para evitar que se enreden los cables.  La NASA desarrolló versiones aislantes e impermeables del cierre, que permiten mantener la presión al interior de trajes para la altura y el espacio, y que luego se adaptaron para el buceo.